SE HA IDO UN GRANDE (QUIZÁS EL MÁS GRANDE DE TODOS)
POR: Esteban Ruiz Moreno
Fecha 29/3/08
“Como mi ritmo no hay dos”
Israel Cachao López
Es así la muerte, lo dice todo sin decir nunca nada; nos arrebata lo más bello, lo más sincero, lo más maravilloso que pudiéramos tener. Recordemos que ante los brazos de la muerte todos sucumbimos...
Es así como se ha ido un grande, es así como esta pérdida nos arrebata los sombríos e impactantes sonidos de “El Alcalde”; es así como perdimos ya para siempre el romanticismo perpetuo e incesante de la “Romántica Mujer”; es de esta manera como el lamento eterno y doliente de los cubanos ha se ha apagado bajo el empuje del tiempo y también se ha apagado en mi alma “Cuba Linda de mi Vida”. Sin embargo, quisiera estar ahí, en esa parte donde no es ni lugar ni estado, donde no es ni frío ni caliente, donde fuera “Isora Club”. No volveré a morir en los laureles de tu excelsa “Descarga” en medio de mis lágrimas tibias y la lluvia helada.
Un día la tierra te vio nacer, hace no sé cuantos años (eso lo dirán los biógrafos), pero seguramente era un día de sol rojo y nubes rosa, seguramente era un día especial, digno de cualquier dios que pasara por ahí. La historia dirá que con tu hermano creaste, como lo hacen los grandes genios, de la nada el mambo signo de los tiempos; yo diré que no hay nadie que haya concebido el mundo, el espíritu cubano (y me refiero concretamente a la salsa en este sentido), no hay nadie que haya hecho lo que hiciste, tus sesiones maestras. La isla de Cuba fue quien te vio nacer entre los dolores de tu madre, la bienaventuranza de tu abuelo y la sonrisa de tu padre. Fue el mundo el que contempló tu silencio inmenso roto solamente por la maravilla de tu música, parecía como si la humildad fuese tu simiente más poderosa, hasta el punto en que la gente casi no te reconociera en vida, no supieron lo que se perdían.
Yo, yo te vi llegar a mi vida con las maletas de la imagen, con los sueños hechos trizas, con mi tristeza infinita. Fue de manera ejemplar como llegaste a mi alma en una tarde calurosa, de cielos despejados, de miradas vertiginosas, de alturas esenciales. Después, te encontré en las letras de mi padre, en la única herencia que de él tendría, en su más bella obra, en su mejor colección.
Pasarían los años y volvería a reencontrarte en La Ciudad Perdida detrás de la mirada triste de Andy García y la Cuba de Batista y Fidel, de Benny Moré, bolita de nieve y Rolando Laserie, detrás de una historia de amor arrebatada y destruida por la revolución, por la sed de poder de los soldados fidelistas, detrás de un Caribe que viaja a tierras extrañas y se rencuentra con lo trágico y lo siniestro: el amor de la vida. Te reencontré en los brazos del amor de mi vida, de la simiente de mi alma, del árbol de mi existencia, te encontré pero agarrado de sus brazos.
… Te escucho en el tiempo y sé que este es un homenaje muy pobre…
Es así como ha muerto en mi corazón “Mi Guajira” indómita, esa que tantas veces cantara a mi amor eterno, esa melodía salida de los mismos cielos de tus manos y de tu alma, esa melodía que sin ti no hubiera podido ser, tu más grande canción de amor…
… Este es un homenaje a un hombre eterno, que se ha ido a su cielo entre contrabajos y tambores. Y como alguien dijera: “Como su ritmo, no hay dos”.
En caso de que dios existiera, lo más parecido a ti, fuera él…
… a ti eterno Cachao…
Comentarios