MÁS ALLÁ DE LOS PARAMILITARES
POR: Esteban Ruiz Moreno
Fecha 24/2/08
Este texto es un conjunto de reflexiones frente a lo que ha pasado con la marcha de febrero, ante a la violencia estatal y paramilitar que hemos vivido durante tanto tiempo, ante la actitud vil de ciertas personas que solamente pretenden ensuciar con su politiquería esta marcha también.
Es gracioso, escucho a ciertas personas, con el pecho inflado, que ¡ahora sí van a salir a marchar! Que ahora ¡si van a manifestar su odio contra la violencia! Personas que no marcharon en febrero, es decir, que apoyan un tipo de violencia, en este caso manifestada inversamente, y que desaprueban el otro. Alegan con el argumento de que la marcha anterior estaba llena de politiquería, que estaba infestada de quienes iban a pedir la reelección del presidente, que solamente la hicieron para eso. Argumentos que simplemente se presentan para llevar más allá de la realidad su concepción de las cosas: un apoyo a un grupo de forma irrestricta, poca crítica ante sus ideas, y también el falseamiento de la realidad dando un carácter de lucha necesaria y hasta justa. Esto se da en los dos casos: la guerrilla y el paramilitarismo, y también en el tercero que son los crímenes de estado. También encontramos que no se marcha el seis por las mismas razones de antes, pero aplicadas desde el otro lado de la orilla.
Estas marchas tienen evidentemente un tinte político difícil de desanudar por muchas razones, pero es difícil también pensar en esta gente que si va a una y no a la otra, aduciendo las razones a su conveniencia, articulando los elementos para darle, seguir dándole consistencia, a su forma de entender las cosas.
No digo con este artículo que todos deban pensar igual, digo que deben pensar…
Ahora, si su pensamiento es para acomodarse, es problema de ellos, pero es mi deber denunciarlo…
Debo decir que en primer lugar se debió armar la marcha, el tipo de marcha que deseábamos desde un punto que abordara todas las formas de violencia y nada de esto estuviera pasando, pero sabemos que es imposible, que era imposible. Tal vez quien escribe tiene la ilusión de que pudo haber sido posible, pero con este escenario criminal de nuestro país es imposible de pensarse.
Pero debo repetirlo, es conmigo mismo, es como el cuerdo que habla cuando todo el mundo ha enloquecido: la marcha, desde el principio, era ¡contra toda forma de violencia!
Que asco José Obdulio Gaviria, que asco Rafael Nieto, que asco los medios masivos de información de Colombia, llámese RCN y Caracol en sus diferentes variantes, que tristeza la actitud de los que apoyaron en febrero y no apoyan ahora, que actitud tan enferma, que mentes tan sombrías… no lo digo con lágrimas, lo digo con dolor…
Esto es más allá de los paramilitares, más allá de los crímenes de estado, más allá de las Farc, es más allá de todos, porque yo no estoy con ningún grupo, menos de estos tres que son la violación del Derecho Internacional Humanitario más patente. ¡Estoy más allá de eso! Estoy contra toda forma de violencia, contra los miles de secuestros, contra las más de 30.000 desapariciones forzadas, contra las expropiaciones de la tierra por la fuerza, contra la financiación de la guerra a través de la droga y el narcotráfico, contra los genocidios a través de motosierras, contra los ataques a la población civil, contra los atentados contra la infraestructura, léase bien: CONTRA TODA FORMA DE VIOLENCIA.
Y ténganlo por seguro: ¡como el cuatro de FEBRERO, también saldré a marchar el seis de Marzo! ¡CONTRA TODA FORMA DE VIOLENCIA!
Fecha 24/2/08
Este texto es un conjunto de reflexiones frente a lo que ha pasado con la marcha de febrero, ante a la violencia estatal y paramilitar que hemos vivido durante tanto tiempo, ante la actitud vil de ciertas personas que solamente pretenden ensuciar con su politiquería esta marcha también.
Es gracioso, escucho a ciertas personas, con el pecho inflado, que ¡ahora sí van a salir a marchar! Que ahora ¡si van a manifestar su odio contra la violencia! Personas que no marcharon en febrero, es decir, que apoyan un tipo de violencia, en este caso manifestada inversamente, y que desaprueban el otro. Alegan con el argumento de que la marcha anterior estaba llena de politiquería, que estaba infestada de quienes iban a pedir la reelección del presidente, que solamente la hicieron para eso. Argumentos que simplemente se presentan para llevar más allá de la realidad su concepción de las cosas: un apoyo a un grupo de forma irrestricta, poca crítica ante sus ideas, y también el falseamiento de la realidad dando un carácter de lucha necesaria y hasta justa. Esto se da en los dos casos: la guerrilla y el paramilitarismo, y también en el tercero que son los crímenes de estado. También encontramos que no se marcha el seis por las mismas razones de antes, pero aplicadas desde el otro lado de la orilla.
Estas marchas tienen evidentemente un tinte político difícil de desanudar por muchas razones, pero es difícil también pensar en esta gente que si va a una y no a la otra, aduciendo las razones a su conveniencia, articulando los elementos para darle, seguir dándole consistencia, a su forma de entender las cosas.
No digo con este artículo que todos deban pensar igual, digo que deben pensar…
Ahora, si su pensamiento es para acomodarse, es problema de ellos, pero es mi deber denunciarlo…
Debo decir que en primer lugar se debió armar la marcha, el tipo de marcha que deseábamos desde un punto que abordara todas las formas de violencia y nada de esto estuviera pasando, pero sabemos que es imposible, que era imposible. Tal vez quien escribe tiene la ilusión de que pudo haber sido posible, pero con este escenario criminal de nuestro país es imposible de pensarse.
Pero debo repetirlo, es conmigo mismo, es como el cuerdo que habla cuando todo el mundo ha enloquecido: la marcha, desde el principio, era ¡contra toda forma de violencia!
Que asco José Obdulio Gaviria, que asco Rafael Nieto, que asco los medios masivos de información de Colombia, llámese RCN y Caracol en sus diferentes variantes, que tristeza la actitud de los que apoyaron en febrero y no apoyan ahora, que actitud tan enferma, que mentes tan sombrías… no lo digo con lágrimas, lo digo con dolor…
Esto es más allá de los paramilitares, más allá de los crímenes de estado, más allá de las Farc, es más allá de todos, porque yo no estoy con ningún grupo, menos de estos tres que son la violación del Derecho Internacional Humanitario más patente. ¡Estoy más allá de eso! Estoy contra toda forma de violencia, contra los miles de secuestros, contra las más de 30.000 desapariciones forzadas, contra las expropiaciones de la tierra por la fuerza, contra la financiación de la guerra a través de la droga y el narcotráfico, contra los genocidios a través de motosierras, contra los ataques a la población civil, contra los atentados contra la infraestructura, léase bien: CONTRA TODA FORMA DE VIOLENCIA.
Y ténganlo por seguro: ¡como el cuatro de FEBRERO, también saldré a marchar el seis de Marzo! ¡CONTRA TODA FORMA DE VIOLENCIA!
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