DESPUÉS DEL FIN

POR: Esteban Ruiz Moreno
Fecha 12/Ene/08


Solamente estuve esperando, agazapado, como quien tiene la certeza de que las cosas tienen un fin y que simplemente son efímeras las alegrías. Es decir, estuve seguro de que después del acto de mediación del gobierno de Venezuela seguía algo insólito, algo que nos devolvería a la realidad de un “totazo”, algo que nos abriría los ojos duramente como el resplandor en las mañanas de sueños de los que no queremos despertar.
El día de la liberación, todos estaban animosos, estaban exultantes de alegría – entre los cuales yo me cuento – porque por fin parecía abrirse una puerta, porque por fin parecía iluminarse un camino en medio de tantas sombras, muchos pensaron en que esta era solo la antesala de una liberación masiva de secuestrados, de los que están en la selva viviendo como animales, en condiciones infrahumanas. Pero no, ¿estaba todo fríamente calculado? ¿Era todo nada más que una jugada sucia? Como dije por ahí anteriormente, secuestrados parecen simplemente los objetos del juego de las Farc y dos o tres gobiernos más, no son personas, son simplemente objetos de intercambio, del juego político de estos tres actores principales. Es duro, es sombrío darse cuenta de estas cosas tan terribles, un juego político, en eso consiste el intercambio humanitario, en un juego, en una guerra sucia, en nada humano.
Claro, Chávez se constituyó como “el único” por los actos de clara simpatía de este grupo terrorista, el único capaz de hacer de mediador en este conflicto de inamovibles. Felizmente fueron liberadas estas dos pequeñas luces en la oscuridad, pero esto tenía claramente su costo político, tenía calculadamente su incidencia, tenía su efecto conciso: hacer de las Farc, grupo terrorista, un posible diálogo, tal vez no con Colombia (lo digo por lo que parece a simple vista, porque la guerrilla tiene objetivos claros con respecto a su interacción con el gobierno de nuestro país) sino con la comunidad de la Unión Europea, es decir, lo que desean es convertirse en un actor político efectivo con todas las consecuencias que esto implica. Sabemos que las Farc, junto al ELN y las AUC, se encuentra incluido en la lista de grupos terroristas de la Unión Europea y esto tiene una serie de consecuencias que se palpan in vivo, las cuestión es que este grupo había perdido mucho terreno en el campo político desde su inclusión en la lista famosa. ¿Cuál es la preocupación del gobierno de Colombia? Que las Farc, con este proceso, con esta idea, con esta operación de la libertad de las dos secuestradas, (porque no pudieron mantener su palabra de “tres al inicio”) recuperen su protagonismo como actor político y no como grupo terrorista que por definición se sale de la política solamente porque aterroriza, los adjetivos aquí se caen, pero eso tendría otro tipo de análisis…
¿Qué es lo que desea Chávez, y detrás de él, las Farc? Desean, a través de la mediación recuperar ese estatus perdido puesto que de esta manera lograrán convertirse en un interlocutor válido, no sólo para el gobierno colombiano, sino para el resto de países que quieran verse inmiscuidos en este “diálogo”, otra cosa que podría llamarse “guerra”.

Debemos ser claros en manifestar que este sería nada más que el primer paso o ¿no recuerdan cuando Pastrana – gobierno nefasto – decidió dar un protagonismo exagerado a este grupo terrorista en un arreglo, en una suerte de amague de diálogos de paz hace casi 10 años?

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