...MIS REFLEXIONES...
Estimado Jesús y amigos que pudieran leernos:
Primero que todo poder decir un hola desde la estepa solitaria de quien puede y siente el deber de escribir puesto que así exista la potencia mediática no se desea debatir, reflexionar, opinar sobre las cosas y esto por diferentes motivos, por ejemplo, el maestro Moncayo fue amenazado de muerte en estos días.
Quisiera que haya algún tpo de precisión sobre mi posibilidad deopinar sobre el tema propuesto puesto que me debo a ello, es decir, no soy periodista y por ello es necesario hacer la aclaración, no estoy en ese grupo, pero creo necesario, casi imperioso, poder opinar sobre las cuestiones citadas anteriormente.
El debate sobre la maldad podemos situarlo desde un sinnúmero de enfoques, desde lo mítico hasta lo religioso, desde lo sociológico hasta lo psicológico, desde lo pragmático hasta lo axiológico, desde Freud hasta Lacan... para mí lo grave consta de la falta de ética que se presenta en la información que revela (¿Sra. o Señorita?) Mónica sobre el periodista de Ipiales y que irremediablemente arrastra al periodista pastuso, quiero decir con esto que la situación radica en el campo ético que no podríamos separar del campo periodísitco, en lo personal no sé que tan malas o buenas personas sean los citados anteriormente, pero todo, al menos para mí y desde donde se puede desprender todo, es poder responder por los actos, en este caso el acto de informar. ¿Podemos decir que se responde, por parte de Mónica, por las acusaciones, supremamente graves, que se hace de estos dos personajes? en lo jurídidco que se cierne sobre lo ejemplarizante en tanto un castigo posible o un acto legítimo no existe una responsablidad de los actos puesto que se acusa, se señala, se difama sin prueba alguna, al menos hasta donde sé. A eso apunto, a eso me remito.
Desde otro punto, mi estimado Jesús, la teoría lacaniana la conozco, muchos de sus puntos y no toda porque es supremamente extensa, conozco desde el maestro hasta Lacan, le decía que no era periodista pero ahora le puedo decir que sí soy psicoanalista, que gracias a dios gozamos de muchos espacios de debate como la ASOCIACIÓN FORO DE PSICOANÁLISIS LACANIANO DE PASTO (AFPLP) de la cual soy secretario. Con respecto a lo inicial del debate, sobre los técnicos del psicoanálisis, podría decir que precisamente es Jacques Lacan quien a lo largo de su enseñanza se opone a este término ya que para él el psicoanálisis se habría convertido en una ejecución de la técnica por parte de los discípulos de Freud, se opone precisamente porque el componenete central del ejercicio del psicoanálisis no se estaba tomando en cuenta, este elemento central es el elemento ético, Lacan hace una construcción que se llama la formación del analista la cual comprende entre muchas otras cosas la formación en el campo ético, aquí se pueden realizar diferentes concepciones, por ejemplo y sin que se aludan los psicólogos, el analista para poder ser analista debe estar en un psicoanálisis con otro psicoanalista. De lo que se trata con esto es que el analista no es un tecnócrata que use, que ejecute con las herramientas que el descubrimiento freudiano proporciona, sino de un ser capaz de ir más allá de su propio analisis, más allá de su camino de la muerte. Por eso me causó un poco de curiosidad la expresión de los técnicos del psicoanálisis.
Bueno me despido de todos invitándolos a que entren a mi blog donde podemos compartir un diálogo permanente o también por este medio.
http://estebanruizmoreno.blogspot.com
Atentamente
Esteban Ruiz Moreno
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Estimados amigos:
Quisiera poder opinar de un viejo tema que encuentro de manera sorpresiva en mi mail box de hace un mes aproximadamente.
Primero que todo pedir comedidamente a Jesús Ortiz que pudiera precisar la fuente que tiene para decir que hay "técnicos en psicoanálisis" y la teoría de la vengaza social. Primero porque según la vertiente del psicoanalisis que se tome se pueden decir muchisismas cosas a nombre de él, como efectivamente se quiere hacer en las sociedades primer mundistas, que resultarían nada mas que distintas distorcines del poyecto que Freud creara.
Con respecto a lo segundo, y leyendo profundamente el correo tanto de Mónica como de Jesús, quisiera realizar una especie de reflexión frente a este tipo de situaciones que, leease bien, siempre van a ocurrir, pero tampoco sin el ánimo de justificar ninguna postura.
En el periodismo es común la imagen del periodista que se escuda bajo el término de libertad de la información por parte del consumidor, es decir, nos topamos diarimante, tanto en medios electrónicos, como impresos, gráficos o televisivos con el periodista que olvida, que ha olvidado, incluso que nunca ha aprendido el campo de la ética en su trabajo. Contrariamente no me remito al psicoanalisis, pero en el campo informativo no existe, salvo en muy pocos, el término de la Responsabilidad (primero en el terreno de lo personal y segundo en el orden de lo social), no está imbricado de una manera correcta lo ético en el campo del periodismo. Mis afirmaciones no son generalizables, pero en el periodismo pastuso, pues no conozco a fondo la problemática de la ciudad de Ipiales, se presenta que se denuncia (situación que está totalmente bien), se dice, se señala, hasta se injuria y no se va más allá, la verdad no podría decir por qué se hace puesto que las motivaciones de cada periodista son diferentes, pero se carece de modo general de esa postura que debiera tener todo profesional o ¿técnico? del periodismo: la ética. Y no sólo todo periodista, sino todo ser humano.
Si nos adentramos en el debate ético debemos conocer exactamente el alcance de esta palabra, por ejemplo, la ética no es exactamente lo que remite a lo bueno o a lo malo, por eso sería necesario que Mónica explique con precisión el alcance de esta concepto en el texto.
Retomando lo anterior, lo que quedó en suspenso, podemos ver siempre que algunos periodistas (la mayoría diría yo) se esconden debajo de esa palabra de derecho a la información para presentar precisamente la información (junto con las difamacines, las calumnias, las mentiras, las reprobaciones sociales) sin ningún tipo de escrúpulo, sin ningún tipo de consciencia, sin ningún tipo de ética; por esa razón planteamos que el debate no va más allá, al menos en el contexto pastuso se refiere. Entonces tenemos los periodistas que atacan a los otros periodistas, tenemos los periodistas que difaman sin presentar prueba alguna, tenemos a los que van armando discusiones sin el más mínimo respeto por verificar la información suministrada por los oyentes o lectores según sea el caso, tenemos a los que parecen gallitos de pelea, sin siquiera debatir, sino queriendo darse de trompadas por el medio informativo, y seguiríamos con un larguísimo etcétera, pero sabemos que eso es un esfuerzo baldío.
Mi reflexión consiste en realizar un debate constante sobre la importancia de poder informar, de poder opinar, de poder denunciar también (por supuesto), este tipo de espacios es importante puesto que es una de las maneras para poder dar cuenta de nuestra posición dentro de una sociedad y de nuestro quehacer en esa sociedad. La invitación es a hacer lo que se quiera pero siempre sin olvidar el campo de la ética y mucho menos en el psicoanálisis y el periodismo.
Atentamente Esteban Ruiz Moreno
Por favor circulemos los debates...
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Primero que todo poder decir un hola desde la estepa solitaria de quien puede y siente el deber de escribir puesto que así exista la potencia mediática no se desea debatir, reflexionar, opinar sobre las cosas y esto por diferentes motivos, por ejemplo, el maestro Moncayo fue amenazado de muerte en estos días.
Quisiera que haya algún tpo de precisión sobre mi posibilidad deopinar sobre el tema propuesto puesto que me debo a ello, es decir, no soy periodista y por ello es necesario hacer la aclaración, no estoy en ese grupo, pero creo necesario, casi imperioso, poder opinar sobre las cuestiones citadas anteriormente.
El debate sobre la maldad podemos situarlo desde un sinnúmero de enfoques, desde lo mítico hasta lo religioso, desde lo sociológico hasta lo psicológico, desde lo pragmático hasta lo axiológico, desde Freud hasta Lacan... para mí lo grave consta de la falta de ética que se presenta en la información que revela (¿Sra. o Señorita?) Mónica sobre el periodista de Ipiales y que irremediablemente arrastra al periodista pastuso, quiero decir con esto que la situación radica en el campo ético que no podríamos separar del campo periodísitco, en lo personal no sé que tan malas o buenas personas sean los citados anteriormente, pero todo, al menos para mí y desde donde se puede desprender todo, es poder responder por los actos, en este caso el acto de informar. ¿Podemos decir que se responde, por parte de Mónica, por las acusaciones, supremamente graves, que se hace de estos dos personajes? en lo jurídidco que se cierne sobre lo ejemplarizante en tanto un castigo posible o un acto legítimo no existe una responsablidad de los actos puesto que se acusa, se señala, se difama sin prueba alguna, al menos hasta donde sé. A eso apunto, a eso me remito.
Desde otro punto, mi estimado Jesús, la teoría lacaniana la conozco, muchos de sus puntos y no toda porque es supremamente extensa, conozco desde el maestro hasta Lacan, le decía que no era periodista pero ahora le puedo decir que sí soy psicoanalista, que gracias a dios gozamos de muchos espacios de debate como la ASOCIACIÓN FORO DE PSICOANÁLISIS LACANIANO DE PASTO (AFPLP) de la cual soy secretario. Con respecto a lo inicial del debate, sobre los técnicos del psicoanálisis, podría decir que precisamente es Jacques Lacan quien a lo largo de su enseñanza se opone a este término ya que para él el psicoanálisis se habría convertido en una ejecución de la técnica por parte de los discípulos de Freud, se opone precisamente porque el componenete central del ejercicio del psicoanálisis no se estaba tomando en cuenta, este elemento central es el elemento ético, Lacan hace una construcción que se llama la formación del analista la cual comprende entre muchas otras cosas la formación en el campo ético, aquí se pueden realizar diferentes concepciones, por ejemplo y sin que se aludan los psicólogos, el analista para poder ser analista debe estar en un psicoanálisis con otro psicoanalista. De lo que se trata con esto es que el analista no es un tecnócrata que use, que ejecute con las herramientas que el descubrimiento freudiano proporciona, sino de un ser capaz de ir más allá de su propio analisis, más allá de su camino de la muerte. Por eso me causó un poco de curiosidad la expresión de los técnicos del psicoanálisis.
Bueno me despido de todos invitándolos a que entren a mi blog donde podemos compartir un diálogo permanente o también por este medio.
http://estebanruizmoreno.blogspot.com
Atentamente
Esteban Ruiz Moreno
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Estimados amigos:
Quisiera poder opinar de un viejo tema que encuentro de manera sorpresiva en mi mail box de hace un mes aproximadamente.
Primero que todo pedir comedidamente a Jesús Ortiz que pudiera precisar la fuente que tiene para decir que hay "técnicos en psicoanálisis" y la teoría de la vengaza social. Primero porque según la vertiente del psicoanalisis que se tome se pueden decir muchisismas cosas a nombre de él, como efectivamente se quiere hacer en las sociedades primer mundistas, que resultarían nada mas que distintas distorcines del poyecto que Freud creara.
Con respecto a lo segundo, y leyendo profundamente el correo tanto de Mónica como de Jesús, quisiera realizar una especie de reflexión frente a este tipo de situaciones que, leease bien, siempre van a ocurrir, pero tampoco sin el ánimo de justificar ninguna postura.
En el periodismo es común la imagen del periodista que se escuda bajo el término de libertad de la información por parte del consumidor, es decir, nos topamos diarimante, tanto en medios electrónicos, como impresos, gráficos o televisivos con el periodista que olvida, que ha olvidado, incluso que nunca ha aprendido el campo de la ética en su trabajo. Contrariamente no me remito al psicoanalisis, pero en el campo informativo no existe, salvo en muy pocos, el término de la Responsabilidad (primero en el terreno de lo personal y segundo en el orden de lo social), no está imbricado de una manera correcta lo ético en el campo del periodismo. Mis afirmaciones no son generalizables, pero en el periodismo pastuso, pues no conozco a fondo la problemática de la ciudad de Ipiales, se presenta que se denuncia (situación que está totalmente bien), se dice, se señala, hasta se injuria y no se va más allá, la verdad no podría decir por qué se hace puesto que las motivaciones de cada periodista son diferentes, pero se carece de modo general de esa postura que debiera tener todo profesional o ¿técnico? del periodismo: la ética. Y no sólo todo periodista, sino todo ser humano.
Si nos adentramos en el debate ético debemos conocer exactamente el alcance de esta palabra, por ejemplo, la ética no es exactamente lo que remite a lo bueno o a lo malo, por eso sería necesario que Mónica explique con precisión el alcance de esta concepto en el texto.
Retomando lo anterior, lo que quedó en suspenso, podemos ver siempre que algunos periodistas (la mayoría diría yo) se esconden debajo de esa palabra de derecho a la información para presentar precisamente la información (junto con las difamacines, las calumnias, las mentiras, las reprobaciones sociales) sin ningún tipo de escrúpulo, sin ningún tipo de consciencia, sin ningún tipo de ética; por esa razón planteamos que el debate no va más allá, al menos en el contexto pastuso se refiere. Entonces tenemos los periodistas que atacan a los otros periodistas, tenemos los periodistas que difaman sin presentar prueba alguna, tenemos a los que van armando discusiones sin el más mínimo respeto por verificar la información suministrada por los oyentes o lectores según sea el caso, tenemos a los que parecen gallitos de pelea, sin siquiera debatir, sino queriendo darse de trompadas por el medio informativo, y seguiríamos con un larguísimo etcétera, pero sabemos que eso es un esfuerzo baldío.
Mi reflexión consiste en realizar un debate constante sobre la importancia de poder informar, de poder opinar, de poder denunciar también (por supuesto), este tipo de espacios es importante puesto que es una de las maneras para poder dar cuenta de nuestra posición dentro de una sociedad y de nuestro quehacer en esa sociedad. La invitación es a hacer lo que se quiera pero siempre sin olvidar el campo de la ética y mucho menos en el psicoanálisis y el periodismo.
Atentamente Esteban Ruiz Moreno
Por favor circulemos los debates...
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Hombre Esteban: Gracias por contestar tan oportuna y pedagógicamente. Estoy de acuerdo, el tema nunca ha dejado de ser axiológico y por tanto no se puede discutir si es VACÍO ETICO, ETICA DE MÍNIMA O DUALI8DAD ETICA.
Conmtinuará.
JESÚS ORTIZ MUÑOZ
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Asunto: Re: EL DEBATE MONOLÓGICO...
Yo había perdido la esperanza de que alguien opinara sobre este tipo de temas... Casi todas las profesiones tienen congresos, foros, simposios, como quiera llamarle a la reunión relativa de sus miembros. Solamente los periodistas no la tenemos y, cuando se nos invita a debatir, eludimos la convocatoria por falta de tiempo. Su aporte, aunque de acción retardada, es apreciable. La internet nos ha puesto un reto: contestar o replicar en el menor tiempo posible, apelando al grado de conocimiento que tengamos sobre determinada materia.
Más que FREUD, el tema está dentro de la esfera discursiva de JAQUES LACAN. Aquí en Pasto hay un foro lacaniano (basta digitar así el nombre foro lacaniano). Y muy pertinente es recordar que hay un autor muy citado y pocos conocido: H. HABERMAS, sobre el tema de la comunicación dialógica u horizontal. (Entre otras cosas, este autor fue el de cabecera de los alcades MOCKUS y PEÑALOSA). La vieja teoría de EMISOR-MEDIO-RECEPTOR, ha sido revaulada.
Pero otra cosa es la comparación estereotipada de la maldad. Para la señora o señorita MONICA DELGADO, autora de ese pronunciamiento tan deplorable, señalante y descalificante en Ipiales hay otro PACHO TERÁN, condenando de entrada, sin evaluación, sin consideración a otro colega.
Los referentes simbólicos de la maldad o la perversidad son como los de la belleza.
No quisiera caer bajo ningún motivo en la esfera informativa de esta dama.
Ah! Y gracias a su pronunciamiento, este asunto dejó de ser un monólogo.
Cordialmente,
JESÚS ORTIZ MUÑOZ
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LA RÉPLICA
Señorita Mónica Delgado:
Apareció en mi correo formal su mensaje que aparece colgado en esta réplica (ut infra), y considero mi obligación ética como profesional del derecho y periodista, hacerle un par de anotaciones, como seguramente lo harán otros colegas, con todo el respeto:
El periodismo nariñense y colombiano está pasando un mal momento. El correo a que me refiero lo evidencia y las encuestas sobre credibilidad de la Universidad Nacional (Consultar Semana antepenúltima edición) así lo ratifican. Los periodistas, pese a la gigantesca potencialidad mediática de difusión, estamos compartiendo los últimos lugares de credibilidad, conjuntamente con los congresistas.
Ahora, la verdad (que tiene miles de aristas) no es del periodista ni del medio de comunicación que lo amplifica, sino de la sociedad en que vive. Por eso un periodismo de calidad es aquel que se hace pensando en la comunidad no en el beneficio o para darle salida al resentimiento personal. (Los técnicos en psicoanálisis le llaman venganza social a esta última acepción).
Si usted, quien supongo ejerce con dignidad y solvencia el periodismo en Ipiales está muy indignada por la forma en que procede el periodista MIGUEL ANGEL ROJAS, una de sus obligaciones axiológicas es ejercerlo precisamente para dar un debate público sobre unos hechos debidamente contextualizados y sobre los cuales el colega ROJAS sin duda deberá responder si ellos vulneran o desbordan su responsabilidad legal y ética.
Sin embargo, opta usted por este canal virtual que puede ser multiplicado hasta el infinito, en un escrito comparativo que generaliza cosas pero que no puntualiza en hechos, debidamente articulados, ni menciona pruebas para ratificar sus asertos, con lo cual de entrada vulnera usted el ejercicio del derecho de defensa de un ciudadano, aspecto que, tienen un agravante, si se hace públicamente.
En una ocasión anterior había tenido oportunidad de referirme (a título de réplica) a un caso análogo que también fuera multiplicado por este medio. Esa vez lo difundimos por la red PASTUSOS DEL MUNDO y le rogamos al Dr. Arthur Coral-Folleco, que publicara en IPITIMES.COM., portal inspirado en nuestra puerta de entrada a Colombia y cuyo epicentro virtual es Nueva York. Los comentarios que recibimos apuntaban a lamentar que en Ipiales, como en Pasto y tantas otras provincias, se acuda a este tipo de procedimientos que revelan una lamentable pobreza crítica y que, contrario a lo que pudiera pensarse por ser su autor un periodista, son escritos que no reúnen lo mínimo de una producción periodística que son supuestos fácticos y pruebas.
Cuando un periodista salta a la arena y reta a pelear públicamente a alguien (más aún si ese otro es un colega) es cuando deberá ir vestido para la refriega con todo el arsenal probatorio. Entendamos, de entrada, que ese escrito (independientemente de que sea un servicio social, un acto de nobleza, de saturación o una pataleta) es una AGRESIÓN UNILATERAL Y PÚBLICA QUE REQUIERE COMPROBACIÓN. Es decir, es un litigio, tropel, reyerta o pelea, como lo quiera interpretar y por su mala concepción lo que genera son problemas legales a su autor o autora.
Ahora, el asunto se agrava por cuanto también de entrada descalifica a ROJAS y sienta como verdad dogmática que el periodista FRANCISCO THERAN en Pasto es peor que ROJAS, a quien califica de discípulo de aquel, en un intento comparativo generalizante y carente de pruebas. Es decir, la autora tiene ahora un problema personal triplemente complicado: De un lado probarle a ROJAS (no sabemos si optará por la vía judicial) lo que dice que es y, por otro lado, probarle lo dicho judicialmente a THERAN, quien seguramente no se va a tragar ese sapo electrónico, así sea suscrito por una dama, pues lo acusa públicamente de figuras punibles (La amenaza, la calumnia, la difamación, la extorsión, figuran como delitos en el Código Penal vigente – Arts. 220 y ss. del C.P. En estos casos la carga de la prueba la tiene quien afirma.). Y la tríada la completa el hecho, no menos ofensivo, de que todos nosotros somos unos idiotas útiles porque le creemos, al para usted perverso periodista ROJAS, cuando a quien le tenemos que creer es a usted pero no nos demuestra por qué.
La cuestión final que se me antoja es: ¿Tiene sentido salir con un chorro de estos y multiplicarlo a lo desgualetado cuando no se actúa seriamente en la denuncia? ¿Se justifica este procedimiento, más producto de la emoción que de la razón, en un periodista o en alguien que ha tenido formación como tal, salvo que sea self-made woman journalist? ¿Por qué precisamente los periodistas que hablamos de inclusión somos excluyentes?
Si como comunicadores, antes de decir algo pensamos en las consecuencias de esa carga de profundidad que a veces soltamos, divorciados de los hechos, atendiendo más a la subjetividad de nuestras emociones, seguramente evitaremos muchos conflictos. Recordemos a un ciudadano gringo llamado Benjamín Franklin, hace más de 300 años aconsejaba: Si la pasión cabalga, deja que la razón lleve las riendas. (Ibi societas ubi ius-donde hay sociedad hay derecho.)
No olvide colega que las palabras de un hombre o una mujer muestran su ingenio, pero las acciones muestran sus intenciones.
Yo invito cordialmente a los colegas a que hagamos el ejercicio de opinar sobre este tema coyuntural, para hacer un poco de autocrítica y actuar con responsabilidad social y dignidad en el entendido de que esta es la calidad inherente al ser humano que comienza por el respeto a sí mismo y se extiende hacia los demás.
Cordialmente,
JESÚS ORTIZ MUÑOZ
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Apareció en mi correo formal su mensaje que aparece colgado en esta réplica (ut infra), y considero mi obligación ética como profesional del derecho y periodista, hacerle un par de anotaciones, como seguramente lo harán otros colegas, con todo el respeto:
El periodismo nariñense y colombiano está pasando un mal momento. El correo a que me refiero lo evidencia y las encuestas sobre credibilidad de la Universidad Nacional (Consultar Semana antepenúltima edición) así lo ratifican. Los periodistas, pese a la gigantesca potencialidad mediática de difusión, estamos compartiendo los últimos lugares de credibilidad, conjuntamente con los congresistas.
Ahora, la verdad (que tiene miles de aristas) no es del periodista ni del medio de comunicación que lo amplifica, sino de la sociedad en que vive. Por eso un periodismo de calidad es aquel que se hace pensando en la comunidad no en el beneficio o para darle salida al resentimiento personal. (Los técnicos en psicoanálisis le llaman venganza social a esta última acepción).
Si usted, quien supongo ejerce con dignidad y solvencia el periodismo en Ipiales está muy indignada por la forma en que procede el periodista MIGUEL ANGEL ROJAS, una de sus obligaciones axiológicas es ejercerlo precisamente para dar un debate público sobre unos hechos debidamente contextualizados y sobre los cuales el colega ROJAS sin duda deberá responder si ellos vulneran o desbordan su responsabilidad legal y ética.
Sin embargo, opta usted por este canal virtual que puede ser multiplicado hasta el infinito, en un escrito comparativo que generaliza cosas pero que no puntualiza en hechos, debidamente articulados, ni menciona pruebas para ratificar sus asertos, con lo cual de entrada vulnera usted el ejercicio del derecho de defensa de un ciudadano, aspecto que, tienen un agravante, si se hace públicamente.
En una ocasión anterior había tenido oportunidad de referirme (a título de réplica) a un caso análogo que también fuera multiplicado por este medio. Esa vez lo difundimos por la red PASTUSOS DEL MUNDO y le rogamos al Dr. Arthur Coral-Folleco, que publicara en IPITIMES.COM., portal inspirado en nuestra puerta de entrada a Colombia y cuyo epicentro virtual es Nueva York. Los comentarios que recibimos apuntaban a lamentar que en Ipiales, como en Pasto y tantas otras provincias, se acuda a este tipo de procedimientos que revelan una lamentable pobreza crítica y que, contrario a lo que pudiera pensarse por ser su autor un periodista, son escritos que no reúnen lo mínimo de una producción periodística que son supuestos fácticos y pruebas.
Cuando un periodista salta a la arena y reta a pelear públicamente a alguien (más aún si ese otro es un colega) es cuando deberá ir vestido para la refriega con todo el arsenal probatorio. Entendamos, de entrada, que ese escrito (independientemente de que sea un servicio social, un acto de nobleza, de saturación o una pataleta) es una AGRESIÓN UNILATERAL Y PÚBLICA QUE REQUIERE COMPROBACIÓN. Es decir, es un litigio, tropel, reyerta o pelea, como lo quiera interpretar y por su mala concepción lo que genera son problemas legales a su autor o autora.
Ahora, el asunto se agrava por cuanto también de entrada descalifica a ROJAS y sienta como verdad dogmática que el periodista FRANCISCO THERAN en Pasto es peor que ROJAS, a quien califica de discípulo de aquel, en un intento comparativo generalizante y carente de pruebas. Es decir, la autora tiene ahora un problema personal triplemente complicado: De un lado probarle a ROJAS (no sabemos si optará por la vía judicial) lo que dice que es y, por otro lado, probarle lo dicho judicialmente a THERAN, quien seguramente no se va a tragar ese sapo electrónico, así sea suscrito por una dama, pues lo acusa públicamente de figuras punibles (La amenaza, la calumnia, la difamación, la extorsión, figuran como delitos en el Código Penal vigente – Arts. 220 y ss. del C.P. En estos casos la carga de la prueba la tiene quien afirma.). Y la tríada la completa el hecho, no menos ofensivo, de que todos nosotros somos unos idiotas útiles porque le creemos, al para usted perverso periodista ROJAS, cuando a quien le tenemos que creer es a usted pero no nos demuestra por qué.
La cuestión final que se me antoja es: ¿Tiene sentido salir con un chorro de estos y multiplicarlo a lo desgualetado cuando no se actúa seriamente en la denuncia? ¿Se justifica este procedimiento, más producto de la emoción que de la razón, en un periodista o en alguien que ha tenido formación como tal, salvo que sea self-made woman journalist? ¿Por qué precisamente los periodistas que hablamos de inclusión somos excluyentes?
Si como comunicadores, antes de decir algo pensamos en las consecuencias de esa carga de profundidad que a veces soltamos, divorciados de los hechos, atendiendo más a la subjetividad de nuestras emociones, seguramente evitaremos muchos conflictos. Recordemos a un ciudadano gringo llamado Benjamín Franklin, hace más de 300 años aconsejaba: Si la pasión cabalga, deja que la razón lleve las riendas. (Ibi societas ubi ius-donde hay sociedad hay derecho.)
No olvide colega que las palabras de un hombre o una mujer muestran su ingenio, pero las acciones muestran sus intenciones.
Yo invito cordialmente a los colegas a que hagamos el ejercicio de opinar sobre este tema coyuntural, para hacer un poco de autocrítica y actuar con responsabilidad social y dignidad en el entendido de que esta es la calidad inherente al ser humano que comienza por el respeto a sí mismo y se extiende hacia los demás.
Cordialmente,
JESÚS ORTIZ MUÑOZ
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EL CORREO QUE ORIGINA...
Asunto: ALERTA
EL MEDIO IDIOTA DE LOS MEDIOS
Por la dignidad del periodismo, por un poco de vergüenza, por el respeto a quienes ejercen el periodismo en Nariño, denunciamos públicamente que en Ipiales apareció otro Pacho Terán y peor aún, su nombre Miguel Rojas Ortiz “periodista” de Radio Ipiales de Caracol, comparen:
Pacho, amenaza, difama, calumnia y pide puestos públicos para sus amigos del circulo de periodistas de Pasto.
Miguel, amenaza, difama, calumnia y pide puestos públicos para sus hijos su sobrina y el esposo de la misma.
Pacho firma buenos contratos con gerentes, alcaldes, gobernador, para no hablar mal de ellos
Miguel utiliza testaferros para firmar buenos contratos con gobernador, gerentes para no hablar mal de ellos y para organizarle al gobernador rendición de cuentas y foros .
Pacho le sirve al personaje y ataca al otro cuando le da mordida
Miguel le sirve al personaje y al otro cuando le dan mordida los dos y se hace el ciego y sordo.
Pacho se las da de ser el mejor periodista de Nariño, de ético, pulcro, ejemplo a seguir y grita frente al micrófono el error de cualquiera que le caiga mal o no le haya dado publicidad o trabajo a sus amigos.
Miguel se las da de ser el mejor periodista de Ipiales, se las da de buen padre, habla de ejemplo de familia, no sabemos de cual de tantas que tiene, da consejos por la mañana a los pocos que aún le creen, entre ellos su jefe y testaferro Carlos Alirio y con voz pasiva conciliadora frente al micrófono cuenta el error de cualquiera que le caiga mal o no le haya dado publicidad o puesto a sus familiares.
Pacho, cuando lo critican se defiende, responde, miente, demanda hace cualquier cosa.
Miguel, cuando lo critican llama al gobernador electo para preguntarle si es que pago por el foro, pero no lo llama al gobernador saliente para que diga cuanto les dio a sus testaferros.
Pacho se hace nombrar presidente del circulo de periodistas y maneja a su antojo esa institución
Miguel se hace nombrar directivo del Colegio Sucre y presenta cuentas alegres y los tiene contentos con: todos somos Sucre.
Pacho Terán se desvive por las jefaturas de prensa, en las diferentes entidades de Pasto, pero para sus amigos los periodistas del circulo de Pasto.
Miguel, hoy se desvive por la jefatura de prensa de la alcaldía de Ipiales, no para sus amigos sino para su hijo Rubén, ignorando que el nuevo alcalde insistió con el tema del cambio y no creemos que nombre al ex jefe de prensa del ex alcalde Alfredo Almeida. Y si lo nombrara es porque el nuevo alcalde le tiene miedo a la lengua de Miguel ¿periodista? ¿ético? O fanfarrón de los medios de comunicación que aún creen que se esta muriendo por lo de sus riñones y hay que aguantarle todo lo que se ocurra difamar.
Pacho frente al micrófono y con su equipo de trabajo defiende a sus compañeros a capa y espada, así se quede mal.
Miguel frente al micrófono y con su equipo de trabajo, alardea de saber mucho, cortándole la palabra a su compañero de trabajo, lo interrumpe, para supuestamente aclarar la noticia, comenta la información sin criterio, teniendo que presentar disculpas luego, pero eso sí, fuera de micrófonos, humillándose ante el ofendido donde nadie lo escuche.
Pacho, sale al aire a insultar a los periodistas, escribe en contra de los periodistas, demanda a los periodistas.
Miguel, frente a los periodistas les dice que es su abogado, que defiende sus intereses, que los colegas son lo mejor y los medioidiotas de los medios se lo creen y por eso le sirven y callan cuanta canallada este cometa, no pueden creen que Miguelito cuando no están presenten les roba el honor hasta a los hombres y hasta a su amiguita íntima Sandra Patricia a quien le hace creer que sigue siendo reina y ella en agradecimiento le presenta cualquier acto gratis. Asegura ser amigo de todos pero cuando le sirven a sus intereses mezquinos y solapados, capaces de destruir con una sonrisa y dañar a los más jóvenes y las mujeres del medio, porque su tarea no es la de servir de ejemplo, sino de aprovecharse de la ignorancia la debilidad y el deseo de figurar de algunos que todavía creen en su sonrisa demoníaca, cargada de necesidades como su misma vida.
Pacho, el hombre anciano que saca fuerzas para poderse defender de las embarradas que comete incluso aguanta cachetas y golpes que le propinan los periodistas de Pasto por hablar mal de ellos.
Miguel, el hombre anciano pero que se cree sardino saca fuerzas para ser cada día mas descarado no le importa las embarradas que comete y se enferma cuando siente el peligro para que les de pena.
Miguel, estudiante de la escuela de Pacho juro que demostrará su poder haciendo nombrar a su hijo Rubén en la oficina de prensa de la alcaldía de Ipiales igual cuando lo amedrento al ex alcalde Almeida. Lo que nos preguntamos es ¿donde están los periodistas de Ipiales? o acaso todos son sus secuaces o les da pena que se muera por el cuento del riñón o por que ya esta viejito?.
Por la dignidad del periodismo de Ipiales envié este mensaje a personas que puedan hacer algo para frenar al Pacho 2 “el periodista” Miguel.
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