LAS MANIOBRAS DE LAS FARC


POR: Esteban Ruiz Moreno
Fecha 2/9/07

Entiendo que aún es un poco prematuro sentarse a escribir sobre esto, pero con las últimas declaraciones de Raúl Reyes al diario argentino Clarín X recuerdo claramente las maniobras que las Farc han hecho o en las que han estado presentes, como el mayor protagonista, en definiciones de contiendas electorales en cuanto al puesto del primer mandatario del país se refiere. Ahora el ambiente es otro, las cosas ya no son para presidencia, el nuevo zarpazo se presenta con una coyuntura única y previo, aunque falta un poco, a las elecciones de alcaldes, gobernadores, diputados y concejales; está en vilo todavía la entrega de los cuerpos ya sin vida de los once ex diputados del Valle, puesto que la entrega sería ayer (dos meses y medio después del asesinato); con respecto a los secuestrados tenemos la ayuda única del presidente de Venezuela al lado de la Senadora Piedad Córdoba (y con la ayuda única también de Sarkozy).
Recuerdo que Pastrana se abrazaba al hombre septuagenario vestido de camuflado y caracterizado con esa toallita amarilla en el hombro derecho previo a las elecciones de 1998, creo que esa imagen no se le borrará a nadie en mucho tiempo, sobretodo porque el susodicho político y ex presentador de noticiero presentó al país esa imagen como la bandera de su campaña: alcanzar una paz duradera con la organización terrorista, algo que como todos sabemos, a la postre no se dio, pero que sin duda permitió a Andresito, “el delfín”, ganar las elecciones duramente disputadas con el escudero del Presidente del momento. Después, ya cuando todo había fracasado y los insurgentes se rearmaron, se reforzaron, surgió un Uribe que utilizó otra bandera de campaña que le permitió rebasar al mismo vencido de siempre en las encuestas de la época: derrotar a las Farc en 6 meses. Como siempre, las Farc, en la escena nacional incidiendo de alguna manera en los resultados de las elecciones, en el primer caso incidiendo (por favor, consúltese la palabra incidir en el diccionario porque la estamos utilizando en el rigor del término) en el voto de los colombianos a costa del abrazo del presidente que la organización quería y en el segundo incidiendo de forma pasiva: “derrotaré las Farc en 6 meses”, como enemigo a derrotar (sabemos que a las claras eso es lo más obvio). Siguiendo con la cronología la reelección estuvo marcada por otras razones en las que no nos detendremos ahora, eso es historia.

En la referida entrevista el segundo al mando de las Farc, según Clarín, dice que el PDA, Polo Democrático Alternativo, tendría la contribución política de la guerrilla en una eventual llegada al poder por parte del partido que se consolidó como la segunda fuerza política del país en 2006. Las dudas que nos envuelven con estas declaraciones son múltiples, por ejemplo ¿el alto Secretariado de las Farc quiso hacer daño al Polo o encausarlo hacia una victoria que permita un acuerdo o al menos diálogos al respecto? ¿Cuál es la verdadera intención de la cúpula de las Farc en lo tocante al ámbito político? ¿Por qué las Farc, con el odio del pueblo a cuestas, se permiten apoyar a los que pueden “ayudar” al país a sabiendas de que esto puede, y de seguro lo hará, traer consecuencias funestas para ello? ¿Las Farc pretenden enterrar al Polo o hacer que vuele?
El Polo ha quedado mal parado ante las cínicas palabras y gestos de Reyes, por sus antecedentes, porque en sus raíces también existe la radicalización de las posturas de antaño, porque algunos de sus estandartes empuñaron alguna vez las armas. En el ámbito mediático y según los estamentos mediáticos, las declaraciones del PDA en contra de Raúl Reyes han sido tibios, más que directos y contundentes, solamente se admite con cierto realce las declaraciones del Presidente del Polo Carlos Gaviria Díaz, pero se olvidan descaradamente de las duras declaraciones de Petro en la W. Podríamos pensar que, de alguna manera, es indiferente la medida de temperatura con la cual se califiquen porque el ambiente político está caliente, supremamente caliente, sobretodo cuando personas como José Obdulio Gaviria, un detestable y astuto consejero, utilizan las declaraciones del guerrillero mencionado para decir, al lado de Uribe, que el apoyo de las Farc hacia el Polo Democrático es ilegítimo, como si dicho partido buscara un apoyo de la guerrilla más antigua de América.

Estas declaraciones, estas repuestas, estas interpretaciones se presentan en el escenario político nacional, pero las Farc ¿qué es realmente lo que quieren con esas declaraciones?

ENTRETANTO (Como diría María Isabel), los escándalos de la parapolítica ¿a quién salpicarán en esta semana que empieza, cuando Armando Benedetti anda preocupado por salir al lado de Salvatore Mancuso supuestamente para conseguir la paz? (argumento tan de exacerbado desgaste...)

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